Una consideración esencial que un remitente debe tener en cuenta al mover carga sensible a la temperatura es comprender la logística de transporte en cadena de frío. La cadena de frío es una cadena de suministro para transportar mercancías que deben mantenerse bajo una temperatura específica para evitar daños. Estos bienes incluyen alimentos perecederos, bebidas, productos farmacéuticos, flores, químicos, cosméticos, entre otros. El proceso incluye las mismas partes de una cadena de suministro regular, como transporte y almacenamiento, pero con la condición de que la temperatura debe permanecer constante. Las cadenas de frío existen desde hace cientos de años, pero los avances tecnológicos han optimizado y ampliado sus capacidades. Aunque este artículo se centra en envíos internacionales, la cadena de frío también puede incluir transporte de carga domestica.
¿Cuáles son los principales retos de la logística en cadena de frío?
Existen diversos retos y aspectos que los remitentes deben considerar al iniciar una cadena de frío, debido a la gran cantidad de componentes involucrados.
Un reto común es que la carga debe mantenerse a la misma temperatura durante todo el trayecto. Incluso una mínima fluctuación decimal puede causar deterioro. Las variaciones pueden deberse a errores humanos o fallas en los equipos. Otro desafío es que existen múltiples normas y regulaciones que los remitentes deben cumplir en una cadena de frío. Organismos como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.), el DOT (Departamento de Transporte), la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) y la Aduana de EE. UU. establecen los requisitos.
Algunos requisitos incluyen embalaje, estabilidad del producto, control de temperatura durante el transporte y más. La falta de documentación adecuada es otro problema a tener en cuenta. Según el tipo de envío, el remitente debe registrar datos como la temperatura y condiciones de almacenamiento para evitar errores. También se requiere la documentación necesaria para la importación y exportación. No presentar los documentos correctos puede provocar retrasos en el proceso de envío por retenciones en aduanas, lo que es especialmente perjudicial en cadenas de frío, donde tecnologías como el hielo seco son sensibles a la temperatura.
¿Cuál es el proceso de la cadena de frío?
El proceso comienza mucho antes de que la carga salga de su lugar de origen. Antes de la exportación, la carga puede almacenarse en una bodega a la temperatura adecuada para evitar su deterioro. Lo mismo aplica para el embalaje, que debe preservar la calidad y evitar la contaminación antes del transporte. Los refrigerantes pueden incluir hielo seco, gel packs, paneles de EPS (poliestireno expandido), entre otros.
Se pueden usar distintos medios de transporte —barcos, aviones o camiones— siempre que cuenten con sistemas de control de temperatura. Ejemplos de ello son los reefers (contenedores refrigerados) que mantienen los productos a la temperatura correcta durante todo el viaje.
Al llegar al puerto de destino, la documentación debe estar en regla para evitar demoras. Una vez liberada la carga por la aduana, un transportista la lleva a un almacén o al destino final manteniendo la temperatura adecuada.
A pesar de los múltiples componentes de la logística en frío, ofrece grandes beneficios para empresas y remitentes particulares. La mejor forma de asegurar el éxito de una cadena de frío es con el apoyo de un 3PL (proveedor de logística de terceros), que gestiona transporte, almacenamiento y coordinación en nombre del remitente.